miércoles, 28 de octubre de 2009

Dos mundos.

Hoy, como un día normal iba camino a mi casa después de un largo día de colegio y entrenamiento. En la micro que me lleva a mi casa se subió un hombre vestido de payaso, como el he visto muchos. Se subió comienzo a encantar a los pasajeros con un par de chistes hasta que la angustia lo destrozo, textualmente dijo: los dejo de molestar. Y fue al grano, nos contó que era muy pobre, que le faltaba dinero, que no tenia trabajo pero la gota que rebalso el vaso fue que nos contó que tenia un hijo pequeño con una enfermedad respiratoria crónica y que para consolar en algo su sufrimiento y dolor debía comprar una costosa máquina que lo anudaría a respirar, lamentablemente la máquina era muy costosa y el no tenia dinero ni para comer. Antes de pedir dijo: "Hay que tener mucha personalidad para estar parado aquí, pero hay que tener más verguenza para robar." Luego pidió monedas, cualquier moneda, sea cual sea su valor a el le servía, 100 pesos que me gustaría en una sopaipilla insignificante para el son un aliento de esperanza. Así que se recorrió la micro ida y vuelta recibiendo la caridad y junto con ella el rechazo de la gente. Luego de recibir todas las monedas se sentó dos asientos alado mio, estuve todo ese tiempo diciendo: chuta no tengo monedas. Pero después pensé, no tengo monedas pero si billetes y sin pensarlo saque mil pesos de mi billetera, toque su hombro y se los di. Me miró con una cara de asombrado y a la vez de eterno agradecimiento que me conmovió, le estreche mi mano y me alegro el resto del dia. Al bajarse el me miro y me hizo una seña de agradecimiento con la mano que yo respondí.

Este hombre pudo ser un mentiroso como muchos y yo pude perder ese dinero al dárselo a el. Pero lo que más creo es que ese hombre era uno como muchos también que sufren día a día el maltrato del mundo con ellos, de nuestro mundo, es por eso que digo, vivimos todos en un mismo planeta, todos en un mismo país, pero lamentablemente vivimos en dos mundos. Yo vivo en mi mundo, el de alegría de felicidad y satisfacción, como yo viven muchos, como viven los que le dieron monedas al hombre, que le dieron por pena, que se la dieron sin nisiquera mirarlo a los ojos sin interesarse en lo que sufre, en lo que piensa, solo un parche. Pero ¿que hay de la cantidad de gente que vive en el otro mundo?, el mundo de la pobreza, de la marginacion y la exclusión social. Ese es el mundo que domina el planeta y que nadie quiere ver, o que vemos y creemos estar ayudando al dar una moneda a la gente como ese hombre,que yo creo estar ayudando al darle mil pesos, pero esa no es la ayuda que necesitan, una yaga no necesita un parche, necesita puntos. Eso es lo que pasa con la pobreza en Chile y el mundo, solo ponemos parches, creemos que con eso sana la herida, pero nadie se atreve a poner los puntos.

Este es un problema tan grande que nadie quiere ver, que somos ciegos ante los problemas de verdad, no basta con dar cinco mil pesos mensuales al hogar de cristo, con darle una moneda al pobre de la esquina, es que tenemos que ver el problema de fondo, erradicar la injusticia, la exlcución, la marginacion. En esta sociedad estamos tan preocupados de nosotros mismos, nos tienen tan atados, tan ciegos que se ha perdido la humanidad, el amor por el otro, quedan pocos así y es esa la gente que se necesita para cerrar esta yaga, el mundo padece de hemofilia y nosotros somo los doctores para curarlo pero debemos despertar, mirar mas allá. En eso se definen los tres términos: pobreza, exclusión y marginacion.

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